En primero lugar se realiza,
un estudio del delincuente a nivel psicológico y con una metodología
específica.
Se suele afirmar la relación entre delito y la
locura, pero la historia delictiva nos
muestra que sí existe tal relación, además los disturbios psicológicos
son causa y razón de múltiples actitudes antisociales.
Podemos decir que una personalidad mal formada es particularmente susceptible de cometer
crímenes, principalmente por su falta de resistencia a la frustración,
su menor capacidad de manejar agresividad, su escasa aptitud de
adaptación, pues varias investigaciones de la mentalidad de los
criminales, han
demostrado, que casi todas las personas de esa clase son de mentalidad
baja.
Asimismo se afirma que las carencias
intelectuales o traumas infantiles, pueden ser causa de conductas
antisociales, principalmente por la falta de entendimiento de los
principios eróticos, morales y jurídicos. Creemos que la delincuencia es
una de las manifestaciones de la desadaptación más comunes.
Por
otra parte, las más comunes de las manifestaciones de la inadaptación
de los jóvenes y que no son de especial interés, son las siguientes:
-La
evasión.
-La inadaptación social.
-El suicidio.
-La mentira.
-El pillaje
-La perversión.
-La inestabilidad emocional.
-Las toxicomanías.
-El fracaso ocupacional.
-Las crisis religiosas.
Tras todas estas afirmaciones, la importancia que tiene la psicología
criminal para la investigación del delito, no solo es estudiarlas e
interpretar las causas a nivel psicológico del hecho,
también es aportar determinadas
características y/o perfiles psicológicos que ayudaran a entender el
tipo de personalidad que presenta el criminal.
-La inadaptación social.
-El suicidio.
-La mentira.
-El pillaje
-La perversión.
-La inestabilidad emocional.
-Las toxicomanías.
-El fracaso ocupacional.
-Las crisis religiosas.
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